sábado, 18 de mayo de 2013

Jornada 13: Embalse de La Breña II 14-05-2013

Lugar: La Breña II

Fecha: 14 de Mayo del 2013

Miembros: Alex y Juanmi

Descripción:

Hoy es una jornada especial, y es que vamos a dar una vuelta y descubrir entre mi hermano Juanmi y yo un embalse cordobés, La Breña II.
Aprovechando estos días que estoy por tierras cordobesas para visitar a mi brother, ¿Cómo no íbamos a ir de pesca?
Puesto que Juanmi trabajaba, nuestra jornada comenzó a las 15:30 aproximadamente. Montamos los aparejos y nos dispusimos a tentar a nuestros queridos diablos verdes.

El embalse se caracterizaba por la cantidad de árboles y vegetación sumergida cercana a la orilla con lo que también serviría seguro de aposentos para los basses.

El primero en ver a uno de esos de cola negra fui yo, conseguí clavarlo, pero ya en la orilla se desclavó y se adentró hacia las profundidades.
Apenas unos minutos después fue mi hermano el que, esta vez sí, consiguiera sacar del agua un bass para que pudieramos observarlo. Su peso fue de 680 g, el pez más pesado de la jornada.


Continuamos nuestra andadura y, no mucho más alejados del sitio donde salió el primer pez, fui yo el que abrió la lata, con otro más pequeño, de aproximadamente 300 g.


A partir de aquí, el día me lo adjudiqué yo, jaja, ya que comencé a sacar peces de manera rápida y seguida mientras Juanmi se frustraba a la vez que se alegraba de ver como transcurría el día. La talla media de los peces de este embalse, al menos en el día de hoy, venía siendo de unos 300-400 g pero, al clavarlos, ejercían una resistencia digna de los kileros.


Seguíamos nuestro trayecto y los peces seguían saliendo únicamente por mi parte. Los recovecos que había entre los árboles sumergidos hacían que nuestra intuición nos dijera dónde estaban los peces, como fui demostrando a lo largo de la tarde.


Se nos echaba la hora encima y decidimos darnos la vuelta pero antes de iniciar la marcha hacia el coche fue Juanmi el que, ahora sí, clavó otro pequeño pez del mismo peso aproximado que los anteriores.


Ya con esto, nos dispusimos a volver hacia el coche rápidamente ya que el aire que se había levantado nos hacia imposible la pesca.

En conclusión, fue una jornada muy buena en cuanto a la actividad de peces se refiere pero nos dimos cuenta de que las abuelas no estaban por la labor de darnos una alegría, aunque nadie descarta que no hubieran visto pasar nuestros señuelos por delante suya...

Alex

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