lunes, 26 de agosto de 2019

Jornada 16: Río Tajuña 24-08-2019

Lugar: Río Tajuña

Fecha: 24 de Agosto del 2019

Miembros: Alejandro, Alex, Borja y Pepe

Descripción:


Bueno, aquí estamos otra vez en estos meses estivales, pudiéndonos escapar de pesca cuando buenamente podemos, entre vacaciones y demás.

Alejandro, Borja, Pepe y yo decidimos en esta ocasión acercarnos al río Tajuña para recordar viejos tiempos e intentar sacar alguna que otra truchita.

No era necesario madrugar, por lo que nos pusimos manos a la obra en torno a las 9 de la mañana.

Al ser el río tan estrecho y al ser la primera vez que nos acercábamos a este río, cada uno de nosotros empezó con un tipo de técnica diferente, para ver por dónde podían salir los peces. No tardé mucho en visualizar algunos ataques hacia mis cucharillas nada más bajar del coche, por lo que parecía que el día iba a ser fructífero.



Fuimos avanzando entre la maleza y lanzando en aquellos sitios donde teníamos oportunidad. Al principio seguíamos viendo actividad de los peces hacia nuestros señuelos pero no llegábamos a clavarlos en condiciones.



No mucho tiempo después si conseguí mi primera captura, con un buen ataque por parte de una truchita que hizo quitarme el bolo y recordar sensaciones.



Después de esto la mañana avanzaba y volvía a ser yo quien volvería a tener noticias de nuestras amigas, otra trucha atacaría mi señuelo saliendo de debajo de unos juncos. Era precioso ver cómo salían de lugares que no podías imaginar.



Alejandro y Borja se distanciaron un poco de Pepe y de mi, quedándonos nosotros un poco más rezagados.

Pepe, por su parte, decidió cambiar la técnica y este cambio supuso su estreno con una bonita trucha de aproximadamente 400 g, que le abrió la lata.



A partir de ese momento, entre Pepe y yo conseguimos sacar unas 5 truchas más hasta que nos juntamos con mi padre y con Borja. Al llegar con ellos nos comentaron que Borja había conseguido sacar 2, pero mi padre no había logrado dar con la tecla correcta.



Durante el resto de la jornada, las picadas se fueron sucediendo, y Pepe y yo logramos ampliar nuestro contador hasta 6 y 5 respectivamente.

El día se tornó divertido por la cantidad de picadas que se sucedieron y la actividad que pudimos ver. A pesar de esto, mi padre y Borja no lograron alterar el marcador y Alejandro no pudo evitar comerse el temido bolo, aunque logró verlas y tener alguna oportunidad.



Pudimos observar que el agua estaba muy clarita y las orillas muy limpias por lo que pudimos deducir que las personas que se encargaban de limpiar el lugar hacían un trabajo perfecto.



Ya sobre las 2 de la tarde, decidimos poner tierra de por medio y recoger el material para poner rumbo a casa ya que el calor se empezaba a volver insportable y el cansancio se hacía notar.

Estamos convencidos de que repetiremos nuestra aventura por esta zona algún que otro día, esperando que resultado sea todavía más fructífero que este.

Alex