miércoles, 26 de julio de 2017

Jornada 16: Embalse de Bolarque 25-07-2017

Lugar: Bolarque

Fecha: 25 de Julio del 2017

Miembros: Alejandro, Alex y Pepe

Descripción:


Aquí estamos de nuevo en otra jornada de pesca. Alejandro, Pepe y yo fuimos los que nos aventuraríamos de nuevo a atacar el embalse de Bolarque, teniendo en cuenta que la última vez tuvimos que abandonar debido al remojón que nos cayó.

Carretera y manta hacia nuestro sitio de desayuno habitual por la alcarria. Mientras tomábamos nuestro café mañanero, empezábamos a preguntarnos si lo que ocurrió en la jornada anterior sería un espejismo. Pronto lo descubriríamos.

Serían alrededor de las 8:30 cuando ya habíamos terminado de montar todos los bártulos y estábamos entrando en el agua. A diferencia del día anterior, el viento soplaba algo más fuerte y resultaba molesto para poder estabilizarnos. Aun así, empezamos el festival sin mucho éxito, pero con muchas ganas.

Pasadas alrededor de 2 horas desde nuestra salida, llegamos a una zona en la que Pepe dio con lo que parecía ser una buena poza de nuestros queridos esox. Tuvo su primera picada, la cual nos empezó a alegrar el día, pero seguidamente sacó dos ejemplares más. Cabe destacar que el tamaño de ellos no era muy grande, pero las peleas que ofrecían eran muy divertidas. Andaban rondando el medio kilo.



Mientras estábamos sacando las fotos y realizando su pesaje, Alejandro abrió su lata y empezó la jornada con otro ejemplar, esta vez algo mayor, que pasaba el kilo. No me daba tiempo a seguir pescando, únicamente a hacer de fotógrafo, jajaja.



Cuando por fin nos dieron una tregua, volví a empezar a probar suerte, pero por lo que se veía, de mí no querían saber nada, al menos por el momento. Fue mi padre el que volvió a alegrarnos las vistas con otro luciete de 1.18 kg. Más para la colección.



Esto nos estaba demostrando que lo del otro día no fue casualidad. Nos estábamos divirtiendo y lo mejor, es que para la época en la que estábamos, no nos estaba pegando mucho el sol.

Siguiendo con la jornada, Pepe y mi padre volvieron a hacer de las suyas, y seguían sacando peces, ¿la talla? Rondando el kilo, como venía siendo habitual.



Y por fin llegó mi momento. Aunque se hizo esperar, logré por fin conseguir mi primera captura de otro kilero. Después de esto… era mi turno, los peces empezaron a darle caña a mis señuelos y llegué a igualar finalmente a Pepe con 7 unidades.



Fue mi segunda captura la que más mereció la pena, ya que fue la más grande del día y, aun no siendo muy pesada, nos dio mucha alegría conseguirla. Rondó los 2.5 kilos de peso.



Después de estar con capturas frecuentes prácticamente durante todo el día y con alguna que otra cervecita de por medio, como debe ser, nos dispusimos a dar por concluida la jornada sobre las 6 de la tarde, algo poco habitual en nosotros ya que no solemos estar hasta tan tarde, pero hoy merecía completamente la pena.

De camino al coche pudimos observar la belleza que tienen las aguas de este embalse, un turquesa ya característico y que da gusto ver. Es un verdadero placer pescar por estas zonas.

Una vez recogidos los aparejos, rumbo a Madrid a descansar y a ir preparando la próxima jornada, con un muy buen sabor de boca.



Alex

jueves, 13 de julio de 2017

Jornada 15: Embalse de Almaraz 10-07-2017

Lugar: Almaraz

Fecha: 10 de Julio del 2017

Miembros: Eugenio

Descripción:


Después de estar en el dique seco un par de semanas y perderme la última salida con mis compis, decidí salir con un viejo conocido por todos: Lolo, y mojar los señuelos por tierras extremeñas en el embalse de Almaraz.

Lo primero el cafelito para espabilarnos más si cabe y las anécdotas, poniendo rumbo al charco carretera y manta, jijiji.

Sobre las 7:00 llegamos a la zona elegida y, después de preparar los equipos, comenzamos a buscar a los demonios verdes.

Tras vadear varias zonas sin respuesta por parte de nuestros amiguitos volvimos sobre nuestros pasos para ir hacia el punto de partida y tomar un refrigerio. Fue entonces cuando tuve mi primera picada y, tras una ligera pelea, pudimos ver el primero, un bonito bass de 500 g.



No era lo esperado pero nos daba algo de ánimo para seguir insistiendo, probando técnicas y señuelos para dar con la tecla.

El día estaba transcurriendo mejor de lo que en un principio esperábamos en lo que a clima se refería, pues no estaba apretando mucho el lorenzo y corría una ligera brisa que nos lo hacía más llevadero.

Después de unos cuantos lances, fue Lolo el que tendría una picada de un chiquitin de 450 g, llevándose una gran alegría y un subidón de adrenalina, por fin una captura después de varias salidas con nosotros sin fortuna (enhorabuena compi), esto es como el rascar, todo es empezar, jijiji.



Así fue transcurriendo la mañana con algunas capturas más de mediana talla y peso, pero no era lo que buscábamos. Decidimos ir a comer un bocata e hidratarnos y llegamos a la conclusión de que debíamos cambiar de zona y estrategias de pesca.

En este nuevo lugar empezamos con ánimos nuevos y cambiando de señuelos hasta que en el tercer lance, zasca! Lolo en esta ocasión abrió la lata con un bonito boca grande de 1 kg, esto ya era otra cosa, jijiji.



A continuación noté en mi línea una sutil picada y, tras pegar el correspondiente cachetazo, conseguí clavar un bonito bass de 1.100 kg, el cual tras hacer la foto de rigor, fue devuelto a su hábitat (hasta la próxima compañero de aventura).



Pasados unos minutos clavé un nuevo uru de 960 g y más tarde Lolo culminó el día con otro bonito pez de 650 g para cerrar la jornada que no empezamos con buen pie pero que fue mejorando por momentos.



Pusimos rumbo al foro después de comer un piscolabis y tomar unas rubias fresquitas, pensando en la próxima salida y comentando el día con risas y vaciles sanos.

Lolo, más que nunca, estaba con ganas de una nueva aventura después de este subidón de adrenalina, jijiji.

No puedo acabar esta redacción sin hacer mención a la cara de satisfacción de nuestro amigo Lolo después de quitarse esa pesada mochila con el bolo que llevaba desde hacía tiempo.

Ánimo y a por ellos.

Eugenio

lunes, 10 de julio de 2017

Jornada 14: Embalse de Bolarque 08-07-2017

Lugar: Bolarque

Fecha: 08 de Julio del 2017

Miembros: Alejandro, Alex y Pepe

Descripción:


Otra semana más que emprendemos salida rumbo a las dificultades que nos aguardaban en el Embalse de Bolarque. En esta ocasión nos animamos Pepe, Alex y yo, dado que en principio las condiciones atmosféricas parecían idóneas, cosa que luego no fue así.

Tampoco hacía falta madrugar tanto como otros días, pues el sitio nos pillaba relativamente cerca. Así pues, paramos a desayunar como mandan los cánones y reemprendimos el camino.

Llegamos al lugar elegido y una vez ordenados los bártulos, sobre las 8:15, ya estábamos lanzando nuestros señuelos al filo de las algas.

Se observaba que la calidad del agua era bastante buena, apenas tenía suciedad y mantenía el color turquesa característico de estas zonas.

Mañana estupenda, el día era apacible, sin calor, nubes y claros, cosa que nos parecía que era ideal para nuestros propósitos.



Pasaba el tiempo y no se veía alteración en las cañas. Después de los consiguientes lances, eran de las 10 de la mañana cuando acerté con una buena picada de un lucio de 2.5 kg aproximadamente. Después de una bonita pelea fue devuelto a su hábitat en perfecto estado.



Eso sirvió para ilusionarnos y seguir trabajando los lances, hasta las 11:15 más o menos, cuando Alex abrió la lata. Consiguió su primera picada, con un lucio que pesó cerca de los 800 g, bien trabajada y que el preludio de una mañana de esas que no se pueden olvidar y muy difícil de repetir, repitiendo cada media hora, aproximadamente, una picada tras otra hasta un total de cinco capturas, siendo sobre las 12:30 cuando logró la mejor pieza del lote con un peso de 3.10 kg. Bonita captura y buena pelea que sin duda mereció ser devuelto al agua.



En un embalse duro como este, estábamos contentos, no nos lo podíamos creer, vaya buen día de capturas. Sentíamos que, aunque Pepe y yo no los sacásemos, era como si los consiguiéramos nosotros mismos, otra forma de disfrutar.

Pepe, por su parte, no andaba cómodo del todo, tenía la mano lesionada y no le permitía lanzar y controlar como él sabe hacerlo.

Pensábamos que había tiempo de alguna picada más, pero nos equivocamos de pleno ya que el tiempo comenzó a cambiar de raíz, el cielo se empezó a poner negro y, sin darnos tiempo a nada y contra todo pronóstico, empezó a caer la de Dios. No dio tiempo ni a recoger los bártulos, solamente, y en mitad del embalse, aguantar el diluvio que no estaba cayendo encima.

Con lo bien que íbamos se torció el día, pero no por eso nos disgustamos, al revés, estábamos contentos porque salvamos la salida y, con ganas de volver al coche donde recogimos como pudimos, emprendimos el regreso, eso sí, pasados por agua.

Cuando serían alrededor de las dos de la tarde emprendimos el regreso, dentro de las circunstancias, pensando en terminar bien la jornada y siendo conscientes de lo que había. Así pues, llegamos al barrio y nos tomamos la cervecita habitual, sin olvidarnos de nuestros coleguillas que no pudieron venir.

Un abrazo para ellos y un saludo para todos.

Alejandro