jueves, 13 de julio de 2017

Jornada 15: Embalse de Almaraz 10-07-2017

Lugar: Almaraz

Fecha: 10 de Julio del 2017

Miembros: Eugenio

Descripción:


Después de estar en el dique seco un par de semanas y perderme la última salida con mis compis, decidí salir con un viejo conocido por todos: Lolo, y mojar los señuelos por tierras extremeñas en el embalse de Almaraz.

Lo primero el cafelito para espabilarnos más si cabe y las anécdotas, poniendo rumbo al charco carretera y manta, jijiji.

Sobre las 7:00 llegamos a la zona elegida y, después de preparar los equipos, comenzamos a buscar a los demonios verdes.

Tras vadear varias zonas sin respuesta por parte de nuestros amiguitos volvimos sobre nuestros pasos para ir hacia el punto de partida y tomar un refrigerio. Fue entonces cuando tuve mi primera picada y, tras una ligera pelea, pudimos ver el primero, un bonito bass de 500 g.



No era lo esperado pero nos daba algo de ánimo para seguir insistiendo, probando técnicas y señuelos para dar con la tecla.

El día estaba transcurriendo mejor de lo que en un principio esperábamos en lo que a clima se refería, pues no estaba apretando mucho el lorenzo y corría una ligera brisa que nos lo hacía más llevadero.

Después de unos cuantos lances, fue Lolo el que tendría una picada de un chiquitin de 450 g, llevándose una gran alegría y un subidón de adrenalina, por fin una captura después de varias salidas con nosotros sin fortuna (enhorabuena compi), esto es como el rascar, todo es empezar, jijiji.



Así fue transcurriendo la mañana con algunas capturas más de mediana talla y peso, pero no era lo que buscábamos. Decidimos ir a comer un bocata e hidratarnos y llegamos a la conclusión de que debíamos cambiar de zona y estrategias de pesca.

En este nuevo lugar empezamos con ánimos nuevos y cambiando de señuelos hasta que en el tercer lance, zasca! Lolo en esta ocasión abrió la lata con un bonito boca grande de 1 kg, esto ya era otra cosa, jijiji.



A continuación noté en mi línea una sutil picada y, tras pegar el correspondiente cachetazo, conseguí clavar un bonito bass de 1.100 kg, el cual tras hacer la foto de rigor, fue devuelto a su hábitat (hasta la próxima compañero de aventura).



Pasados unos minutos clavé un nuevo uru de 960 g y más tarde Lolo culminó el día con otro bonito pez de 650 g para cerrar la jornada que no empezamos con buen pie pero que fue mejorando por momentos.



Pusimos rumbo al foro después de comer un piscolabis y tomar unas rubias fresquitas, pensando en la próxima salida y comentando el día con risas y vaciles sanos.

Lolo, más que nunca, estaba con ganas de una nueva aventura después de este subidón de adrenalina, jijiji.

No puedo acabar esta redacción sin hacer mención a la cara de satisfacción de nuestro amigo Lolo después de quitarse esa pesada mochila con el bolo que llevaba desde hacía tiempo.

Ánimo y a por ellos.

Eugenio

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