lunes, 30 de abril de 2012

Jornada 14: Embalse de San Juan y Embalse de Picadas 30-04-2012

Lugar: San Juan y Picadas

Fecha: 30 de Abril del 2012

Miembros: Alfonso y Javi

Descripción:

Esta vez tenía un propósito diferente: enseñar a mi hermano este arte e intentar que consiguiese alguna captura. Para ello, mi cuñado Javi y yo buscamos un sitio cercano para evitarle la paliza del madrugón el primer día, por lo que nos acercamos a San Juan.

Teníamos algún dato del pantano de hace unos días y no era demasiado esperanzador, pero aún así, allí nos dirigimos.


Hicimos el recorrido de siempre: primero hacia la izquierda, y luego hacia la derecha. Las picadas brillaban por su ausencia y no había ningún atisbo de actividad.

Al cabo de un rato, noté una picada muy lejana, y como siempre con la primera del día: no clavé.

Seguimos andando y mi hermano notaba “picadas” (piedras del fondo en realidad). Me distancie un poco, y al lado de Javi, observé como un bass ascendía desde mucha profundidad para quedarse mirando mi señuelo. Un ligero toquecito....y ¡¡no lo dudó!! Ya tenía el primero enganchado. Con un poco de dificultad, conseguí sacarlo del agua y hacerle una foto. El peso que dio fue 1.250 kg.


Como era un buen pez, le dejé a mi hermano que se hiciera otra, para el recuerdo. Después, como siempre, de vuelta al agua.


Después de esto, proseguimos nuestra ruta, ahora ya para la derecha. Y hasta el final, nada, ni una mísera picada a ninguno de los tres.

Cuando llegamos al punto final, se estaba empezando a formar una buena tormenta, por lo que decidimos comer e irnos. Justo antes de empezar la marcha hacia el coche, hice un último lance sin mucha esperanza y…¡sorpresa!. “No puede ser…” decía mi hermano, pero sí, a otro bass de aproximadamente 800 g conseguí engañar.


Éste, además de foto, se llevó un vídeo de su suelta para poder hacer una dedicatoria que llevaban tiempo pidiéndome y por fin me acordé de realizar. Ya la tienes Estela, no será la última.

Una vez ya en el coche, y con la lluvia haciendo acto de presencia, decidimos acercarnos a Picadas para ver que tal estaba.


Fuimos a una zona que no conocía pero que tenía muchas ganas de tentar, y el resultado fue casi el esperado. Digo casi porque no salió ningún pez, cosa que esperaba, pero si tuve una picada, algo que no pensaba que ocurriría en estas fechas. La picada al vinilo fue brutal, se clavó solo, y tiraba muchísimo. ¡Un barbo “cuñao”! Grité. Javi vino corriendo para ayudarme, pero después de un rato de lucha…la línea se destensó… ¡Me había partido!...

Y así, con ese mal sabor de boca final pero con la satisfacción de haber ido a pescar con mi hermano, nos volvimos para casa. ¡¡¡Adri, estoy seguro de que dentro de poco sacarás tu primer taruguín!!!

Alfonso

Vídeo de la jornada:

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