martes, 8 de abril de 2014

Jornada 9: Embalse de San Rafael De Navallana 06-04-2014

Lugar: San Rafael De Navallana

Fecha: 06 de Abril del 2014

Miembros: Juanmi

Descripción:


De nuevo rumbo al embalse de San Rafael De Navallana. Llegando justo al amanecer al pantano me dispuse a empezar la jornada a pesar de que las nubes que cubrían todo el cielo no me daban buena espina.



Pasó un buen rato sin ver ningún tipo de actividad en los peces (salvo los muy comunes saltos de las carpas). No fue hasta pasadas dos horas aproximadamente cuando vi un bass de un tamaño considerable merodeando alrededor de su nido. Fue una situación curiosa puesto que cuando dicho pez veía aproximarse a mi señuelo, éste se limitaba a perseguirle amenazante abriendo la boca con el objetivo de asustar más que de atacar.

Hasta ese momento no había tenido ninguna picada, pero en diez minutos logré sacar tres ejemplares de los llamados “palmeros” cuyos pesos no superaban los 400 gramos. Más adelante pude observar más black basses custodiando sus respectivos nidos con la misma actitud que el anterior. Admirable…



Un rato más tarde, noté una nueva picada, y a juzgar por la debilidad de la misma pude adivinar que se trataba de otro pequeño black bass. Era como si los ejemplares pequeños se dedicasen a “jugar” mientras los padres cuidaban de la casa…

De vez en cuando le echaba un vistazo al cielo con la esperanza de ver algún claro, pero nada más lejos de la realidad. Eran las 12 de la mañana y parecían las 9.

Un poco más adelante la caña se dobló. Esta vez sí notaba peso al otro lado del sedal. ¿De cuánto sería? ¿Lograría sacarlo? La respuesta a la primera pregunta la logré descifrar al ver el majestuoso salto que realizó el black bass estando toda el agua en calma. Por suerte para mí, finalmente logré sacarlo, y tras su pesaje y fotografiado fue devuelto al agua. Un bonito ejemplar de 1.260 kg me había hecho recobrar un poco las esperanzas de que hoy podían salir basses de buen tamaño.



Un poco más adelante, en uno de mis lances, noté como el hilo se iba tensando poco a poco. Esta vez no había notado picada pero estaba claro que la tensión del hilo era generada por un pez. De esta manera, me dispuse a dar el cachetazo y…justamente antes de ello el hilo se destensó. Mi gozo en un pozo... Pero aun así no me rendí. Nuevamente volví a lanzar al mismo lugar y nuevamente el hilo se comenzó a tensar, pero esta vez sí logré dar el cachetazo a tiempo. Tras unas carreras de un lado para otro, el black bass finalmente se rindió dejándose capturar. 800 gramos de pez. No estaba nada mal.



Después de este ejemplar, no conseguí capturar ningún pez más, aunque seguí viendo algún que otro bass apostado en el nido. A pesar de ello, me fui sintiendo admiración y respeto hacia aquellos basses capaces de renunciar al alimento para proteger el sitio donde nacerán sus futuras crías.

Juanmi

Vídeo de la jornada:

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