domingo, 11 de marzo de 2012

Jornada 5: Embalse de García De Sola 10-03-2012

Lugar: García De Sola

Fecha: 10 de Marzo del 2012

Miembros: Alex y Pepe

Descripción:

Esta vez fuimos Pepe y yo quienes decidimos poner rumbo al García De Sola para ver si los basses se iban activando.

Las 4:45 fue nuestra hora de partida, y tras parar a tomarnos ese café que nos despejara un poco del sueño inicial, llegamos aproximadamente a las 8. El coche marcaba 6 grados. Las pequeñas rachas de frío viento hacían que no sintiéramos las manos pero a medida que entraba la mañana iba quedándose el día tal y como nosotros esperábamos.

Comenzamos yendo cada uno a por una especie. Pepe se propuso ir a black bass y yo a lucio. Fue al segundo lance cuando Pepe clavó algo, pero seguidamente se desclavó sin llegar a ser visto. A mí de momento nada. Más tarde el teléfono de Pepe sonó, y hablando por él tuvo otra picada que consiguió clavar con una mano y con la otra el teléfono en la oreja. Como era de esperar, sin poder pelear con el pez, éste se fue con las merecidas maldiciones que dijo Pepe tras colgar el teléfono.

Pasaron unas horas y llegó el primer pez, un lucio. Le entró a Pepe, si, a Pepe, que estaba tentando al bass, con los señuelos propios de la especie. Lucio pequeño, de unos 600–700 g que no llegamos ni a pesar. Ahí fue cuando decidí ponerme con señuelos de bass, a ver si había suerte. Pero no. Estuvimos un rato largo sin nada y volví a ponerme con señuelos de lucio. Mi objetivo ese día, hacerme una foto con un esox.

Ya estábamos llegando al tope de la orilla por la que no podríamos avanzar más cuando llamo a Pepe, y le digo que he visto un bass salir disparado hacia la izquierda. En ese preciso instante mi línea se tensa, cachetazo y caña doblada. Empieza la pelea con lo que parecía un buen pez. No sabíamos que era hasta que asomó…


Un precioso black bass de 2.250 kg que Pepe definió con estas palabras: “Alex, vaya tarugo tío”.


Lo probable es que entrara a mi señuelo porque éste le molestó, no por hambre. Sin lugar a dudas ese fue el mejor momento del día, pero nosotros queríamos más. Yo me quedé muy satisfecho pero seguí buscando lucios. Pepe, por su parte, no dejó de tentar a los basses. Volvimos de camino al coche pescando de nuevo toda la orilla y tras un tiempo oigo el freno de Pepe. Traía algo, y por sus palabras y como peleaba el pez… era un lucio. Su peso, 1.500 kg.


Como siempre, la mejor filosofía es volver a pescarlo el próximo día.


A partir de ese momento, fue un no parar de picadas a Pepe. Todos lucios y todas ellas a señuelos de bass. De hecho, por lo menos 3 de ellos se llevaron el piercing ya que con sus dientes lograban deshacerse del hilo de Pepe. Se encontraban orillados y en aguas de no más de 1 metro de profundidad.

Ya llegamos a la zona donde dejamos el coche, pero decidimos pegarle un poco antes de irnos. El resultado fue otro lucio para Pepe, que no llegamos a pesar, pero que rondaría también los 1.500 kg.


Yo conseguí ver como me seguían, más o menos del mismo tamaño que los que sacó Pepe, pero me quedé sin esa buscada foto.

Sin duda, el momento del día lo protagonizó ese tarugo de bass, el cual fue mi récord personal, pero no hay que dejar atrás la cantidad de picadas que tuvo Pepe, todas ellas de lucios, y sus tres hermosas piezas, lo que nos hizo deducir que ese día el rey del embalse fue el lucio. Lo más curioso fue que Pepe yendo a bass sacó lucios y yo yendo a lucios saqué un bass, lo que hace aún más sorprendente la pesca.

Alex

1 comentario:

  1. Si señor!!!! vaya Lucios PEPE!!!!
    El bass tampoco esta mal eh??? :P :P :P :P

    Enhorabuena chicos, y especialmente a ti Alex, ya que siempre es bonito superarse, y mas con una blassa de ese calibre jeje. ;)

    JUANMI

    ResponderEliminar