miércoles, 22 de octubre de 2014

Jornada 27: Embalse de Orellana 19-10-2014

Lugar: Orellana

Fecha: 19 de Octubre del 2014

Miembros: Alejandro, Alex, Alfonso, Eugenio, Javi, Juanmi y Pepe

Descripción:

Esta segunda jornada consecutiva en Orellana empezó con algún que otro percance, ya que Alfonso se despertó con malestar y con fiebre, y Javi, por su parte, no le dejaría solo, levantándose también con el cuerpo raro.

Ellos dos nos abandonaron temprano para evitar empeorar aún más, así que prácticamente desarollamos la jornada Alejandro, Eugenio, Juanmi, Pepe y yo mismo. Tal como el día anterior: Alejandro, Pepe y yo buscaríamos a nuestros amigos desde la barca, Eugenio lo intentaría aleteando desde su pato mientras que Juanmi buscaría dar con ellos desde su catamarán.


Con todo listo, comenzamos y no tardó mucho Pepe (no más de media hora desde que nos metimos en el agua) en dar con la primera pieza del día que, por lo visto, vendrían siendo del tamaño de los anteriores con 1.56 kg.


Estábamos fotografiando la captura cuando Uje hizo lo propio, otro luciete de 1.03 kg que asomaba para la superficie y que, a pesar de no ser muy pesado, su rebeldía le hizo sudar para conseguirlo. Buena pelea.


Mientras Juanmi le tomaba los datos y las fotos correspondientes, nosotros tres volvimos a movernos y teniendo la caña lanzada al curricán no tardé ni medio minuto en notar un buen cachetazo cerca de unas espadañas. Lamentablemente hoy, sería mi única pieza del día pero este tipo de picadas merece mucho la pena sentirlas. El lucio pesó 1.55 kg y tras su pesaje y fotos, el animal fue devuelto al agua sin daño alguno, como de costumbre.


El día se presentaba igual de caluroso que el anterior, y la temperatura del agua ascendía hasta los 23 grados aproximadamente, que ya de por sí era raro para estar en Octubre.

No hacía ni gota de aire, así que decidimos ir a una isleta situada en la orilla de enfrente. En un primer momento, no pareció que fuera buena idea, pero avanzamos y vimos una recula bastante profunda y cubierta de espadañas y ahí nos quedamos ya que nos pareció un sitio perfecto.

No tardaron en dar la cara nuestros queridos exócidos y Juanmi sería el primero en abrir la lata, con un ejemplar de 1.04 kg. Pepe, que parecía bastante más motivado que en nuestra última visita a Orellana, volvió a demostrarnos que no nos habíamos equivocado con el sitio y que esta reculita era un buen refugio para el lucio. Después de unos minutos, materializó su última captura del día, con un peso de 1.72 kg.

 

Esta vez, a diferencia de ayer, los basses no estaban por la labor de aparecer, pero no era un problema, ya que los lucios nos estaban entreteniendo tal como nos habíamos esperado.

Juanmi volvió a hacer de las suyas con el pez más pesado del día, aunque no muy distante de los anteriores y en el mismo lugar que sus colegas. Otro más para su cuenta particular con un peso de 2.02 kg.


Después de esto sí que empezó a pasar tiempo sin notar actividad de los peces. El tiempo se nos echaba encima ya que por delante teníamos tres horitas largas de viaje hasta nuestras casas así que decidimos poner rumbo al coche para empezar a recoger todo.

Mi hermano ayudó a Uje para evitar que se pegara la paliza y fue tirando primero, nosotros le seguiríamos un poco más rezagados.

Alejandro seguía bolo, y poco a poco se le acababa el tiempo, pero no sería por oportunidades, ya que durante el día tuvo cuatro picadas, las cuales no logró materializar y hacían que su frustración fuese en aumento.

Desde nuestra barca, pudimos ver a lo lejos como Juanmi capturó su último ejemplar antes de despedirse de este fin de semana. Como no, el peso rondaría el kilogramo, concretamente 1.10 kg, lo que venía siendo habitual hoy.


Ya estábamos casi llegando al lugar de partida cuando Alejandro volvió a sentir resistencia al otro lado del sedal, solo faltaba él para terminar el fin de semana con el cupo al completo. Con nuestras miradas de incertidumbre por ver el resultado final y tras unos minutos de tensión… finalmente logró su objetivo y consiguió subir a bordo al rendido animal, de 1.67 kg. Por supuesto, al agua después de la foto.


Esto fue nuestro final, y después de esta captura decidimos recoger todo, guardar los bártulos y dirigirnos a nuestros hogares, no sin antes tomarnos nuestras bien merecidas cervecitas y aprovechar para despedirnos de Juanmi, que emprendería poco después rumbo a tierras cordobesas.

Alex

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