Lugar: Las Vencías
Fecha: 21 de Junio del 2014
Miembros: Alejandro, Alex y Pepe
Descripción:
Aquí estamos otra jornada más, pero esta vez iba a ser un poco particular, ya que elegiríamos un destino al que hace cerca de tres años que no visitábamos: el embalse de Las Vencías.
Pepe y yo tentaríamos a los lucios y a la escasa población de basses desde embarcación, mientras que Alejandro, por su parte, intentaría estrenar el marcador del año de carpas.
Fecha: 21 de Junio del 2014
Miembros: Alejandro, Alex y Pepe
Descripción:
Aquí estamos otra jornada más, pero esta vez iba a ser un poco particular, ya que elegiríamos un destino al que hace cerca de tres años que no visitábamos: el embalse de Las Vencías.
Pepe y yo tentaríamos a los lucios y a la escasa población de basses desde embarcación, mientras que Alejandro, por su parte, intentaría estrenar el marcador del año de carpas.
Nuestra hora de salida fue alrededor de las 04:00 de la mañana, y enseguida nos dimos cuenta de que quizás hubiésemos salido algo pronto, pues tuvimos que esperar un buen rato para poder tomarnos nuestro ya necesario café, revitalizador de fuerzas tras el doloroso madrugón.
Llegamos allí, y todo estaba tal como hace tres años. El agua estaba bastante turbia pero al no hacer nada de viento estaba perfecta para la barca, ¿cómo se comportarían los peces?
Según avanzábamos con la barca, podíamos observar como las carpas se divertían saltando a la superficie, lo cual nos hizo preguntarnos si Alejandro (ya apostado en su sitio) tendría la suerte de capturar alguna.
Eran cerca de las 9 de la mañana cuando en un lance que me salió clavado, note un toque seco, y tras el cachetazo logré entrar en “batalla” con un luciete de no muy grandes dimensiones, pero que en este embalse sabe a gloria. Su peso fue de 830 g y tras la foto fue devuelto a su hábitat.
Esto nos hacía tener un poco de esperanzas. Veíamos a los alburnos saltar, los percasoles poblando las orillas y algún que otro cangrejo señal que salía de su escondite para buscar comida.
Se acercaron las 11 de la mañana sin ninguna noticia nueva, y fue cuando las piraguas hicieron acto de presencia en el embalse dificultándonos la pesca, hasta el punto de tener que dar media vuelta sobre las 14 para recoger, ya que el jaleo y griterío que armaban era un espantapeces, mientras nos tomábamos unas cervecitas por el camino…
Nos acercamos a Alejandro y pudimos comprobar que las carpas no habían estado por la labor de darle una alegría, así que, al igual que Pepe, se marcó otro bolete, de los cuales este embalse nos tiene bastante acostumbrados…
A las 15:30 ya habíamos recogido todos los bártulos y puesto rumbo a casa reflexionando y admirando este paisaje digno de experimentar y pensando que no era la época adecuada para realizarle una visita, pero volveremos…
Alex
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