Lugar: San Rafael De Navallana
Fecha: 06 de Abril del 2013
Miembros: Juanmi
Descripción:
Debido a la llegada del buen tiempo, quién sabe si de forma provisional, decidí irme a echar el día al embalse de San Rafael de Navallana. Puesto que mi actual residencia no se encontraba muy alejada del embalse, no tuve que madrugar mucho para empezar la jornada. A las 10 llegué al embalse, y cuál fue mi sorpresa al ver un gran número de vehículos con sus respectivos remolques para las barcas. Al principio pensé que podía tratarse de un campeonato, pero al no encontrar banderas señalizadoras, pensé que el buen tiempo había animado a mucha más gente aparte de a mí. Tras un ratito andando, ya me encontraba en la orilla dispuesto a realizar el primer lance de la jornada. El agua se encontraba bastante turbia fruto de las lluvias acaecidas durante las últimas semanas, pero aun así, seguía teniendo esperanzas de conseguir capturar algún ejemplar.
Durante toda la mañana no tuve noticias de los peces, y esto hizo que mis ánimos se vinieran un poco abajo. Sin embargo, avisté una gran recula en la que puse muchas esperanzas. Y efectivamente, justo a la entrada de la recula un black bass atacó mi señuelo, y tras revolverse un par de veces, acabó liberándose del anzuelo, dando posteriormente un par de saltos más, fruto, en mi opinión, del dolor que le había causado; aunque al cabo de unos segundos ya no volví a tener noticias suyas.
A pesar de que no fui capaz de capturarle, esa picada me dio aún más esperanzas, aunque a la vez sentía rabia de haber desaprovechado la que podía haber sido mi única picada del día. Pero no fue así, y tras otro rato sin tener noticias de los peces, por fin noté resistencia al otro lado del sedal. No sabía el tamaño que tendría el bass, pero sus repetidos saltos por la superficie denotaban que se trataba de un buen ejemplar. Y así fue. Tras sacarlo a la orilla, éste dio un peso de 1,34 kg. Al encontrarme sólo, le fotografié de manera que el pez sufriese el menor daño posible y posteriormente fue devuelto al agua.
Sin duda me había alegrado el día, ya que el resto de los pescadores con los que me había cruzado no habían conseguido ninguna captura.
Posteriormente, decidí volver al coche, no sin antes probar en una serie de zonas que me habían llamado la atención. En otra recula, esta vez más pequeña, vi saltar un ejemplar en la orilla, y puesto que se encontraba a muy poca profundidad, pensé en un primer momento que se trataba de una carpa. Pero aun así decidí probar suerte a ver si estaba equivocado. Al recoger, noté una gran y repentina picada que no me pilló por sorpresa. Sin embargo, al seguir recogiendo, no notaba resistencia, lo que me hizo pensar que había perdido la captura. Sin embargo, no fue así, y lo que sucedía era que el pez estaba nadando hacia el sitio en el que yo me encontraba. Sin duda se trataba de un gran ejemplar por la gran picada y por la guerra que dio en los metros finales. Al salir del agua, se cumplieron mis presagios. Una bonita carpa más anaranjada de lo habitual en esta especie, que dio un peso de 2,07 kg. Al igual que con el bass, tras fotografiarle evitando los daños del ejemplar, fue devuelto inmediatamente al agua.
Este era el broche para cerrar una jornada bastante satisfactoria, visto como se les estaba dando el día al resto de pescadores. De esta manera, decidí volver al coche dando por concluida la jornada.
En resumen, a pesar de la turbidez que presentaba el agua, hubo cierta actividad de los peces que hizo más agradable la jornada de pesca. Esperemos que una vez se asiente el buen tiempo, podamos disfrutar de días más fructíferos. Como anécdota, decir que el embalse se encontraba relativamente limpio, aunque en determinadas zonas se encontraban restos de latas y envases.
Juanmi
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