Fecha: 12 de Octubre del 2017
Miembros: Alejandro, Alex y Eugenio
Descripción:
De nuevo por aquí después de un parón de dos meses por mi parte, con unas ganas inmensas, pues el mono de pesca era considerable, jijiji.
Otra vez con mis compañeros y amigos Alejandro y Alex y con nuestro colega habitual en estas aventuras: Borja.
Comenzamos la mañana como es normal en nosotros y que ya todos conocéis, el cafelito, anécdotas y expectativas con bastantes risas. (si algo funciona bien por qué cambiarlo, jijiji).
Rumbo a Extremadura con destino el García De Sola. Llegamos a la zona escogida sobre las 8 y, después de preparar el equipo y los señuelos, nos pusimos en marcha para dar con nuestros amigos (los diablillos verdes).
Después de llevar un rato sin tener fortuna fue Alejandro el que abriese la lata con un pequeño lucio que no le dio mucha lucha, quedándose con ganas de más pelea, jijiji.
A unos pocos metros recorridos sería yo en esta ocasión el que notó una picada seca de, al parecer, un lucio, pues después de pegar el cachetazo noté como la línea dejó de tener tensión y sin darme opción a más me quede con cara de circunstancia y mal sabor de boca, pero debíamos seguir intentando buscar a nuestros amigos.
En todo esto Alex y Borja seguían sin tener noticias de pez alguno, la mañana estaba tranquila solo con alguna racha de viento, pero ni frío ni calor.
Después de llevar un buen tramo pateado, tuve algunas picadas de urus, pero igualmente tallas que no saciaban mis ganas, aunque fueron bienvenidas.
Viendo el panorama, decididimos volver sobre nuestros pasos y en este momento fue Alex el que si notó en su línea varias picadas, pudiendo materializar una de ellas. Ahora sí, después de trabajárselo un poco, jiji, el pez dio la cara, este si tenía buena pinta. Era un bass de cerca de un kilo, como casi siempre al presi le sirven sus oraciones, jijiji, desquitándose en el descuento y dejándonos con la cara de circunstancia.
Siguiendo el camino al coche, solo quedaba Borja por tocar escama y, como no podía ser de otra forma, llegando al final zas!, varias capturas de pequeños basses, pero suficientes para calmar algo su ansia viva por la pesca, jijiji.
Visto lo visto, pensamos que era el momento de terminar la jornada. A comerse el bocata y tomarse las rubias fresquitas como si de un ritual se tratase, jijiji, esperando con las mismas ganas la próxima salida.
Un saludo a todos.
Eugenio
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