Lugar: García De Sola
Fecha: 23 de Septiembre del 2017
Miembros: Alejandro y Pepe
Descripción:
De nuevo otra salida con las ilusiones por todo lo alto y con el mono de toda la semana de coger las cañas. Empezamos con el desayuno correspondiente al madrugón habitual, ya estamos acostumbrados.
Acto seguido emprendimos el camino en busca de agua y peces. En esta ocasión fuimos Pepe, Paco (un amigo de Pepe), Borja y yo.
El tiempo era excelente, no hacía frío y sabíamos que el clima no nos iba a decepcionar, como así fue.
Llegados al sitio conocido del embalse de García De Sola nos llevamos la primera decepción, la primera en la frente. Sospechábamos algo, pero lo que vimos nos dejó perplejos. El embalse estaba en las últimas, por supuesto el agua se encontraba un poco turbia y removida, en algunas zonas incluso exceso de algas por las orillas, lo cual hacía que los lances fueran más que difíciles.
Sobre las 8:15 ya estábamos pateando la orilla, no se veía mucho movimiento de las aguas, todo estaba en calma, pero sí se veían los alburnos saltar, cosa que nos dejaba presagiar que en nada empezarían a activarse los más grandes.
Durante el transcurso de la mañana la cosa no mejoraba, ni para nosotros ni para nadie, lo que entre otras cosas nos permitió comernos un tentempié mientras seguíamos avanzando. Para ser justos hay que decir que a partir de entonces se producirían algunas leves picadas de basses (pequeños) como fue mi caso.
Pero fue Pepe con tres raspillas y Borja con dos, los únicos que se justificaron, pues Paco ni siquiera pudo tener alguna picada.
Serían sobre las 13:30 cuando decidimos volver al coche, refrescarnos y comer algo, para después echar otro ratillo corto, como hacemos casi siempre antes de volver a casa. Pero tampoco hicimos nada, no había suerte o no había peces, por lo que ahora sí, decidimos poner fin a la jornada sobre las 16:00 para hacer lo que hacemos siempre, coger carretera y tomarnos, a la llegada una cervecita fresquita.
Esperamos que la próxima salida se de mejor, aunque esto no quiere decir que nos aburriéramos o que lo pasásemos mal, simplemente que los peces no picaban, ya sabemos que comen cuando ellos quieren.
Saludos y un abrazo.
Alejandro
Fecha: 23 de Septiembre del 2017
Miembros: Alejandro y Pepe
Descripción:
De nuevo otra salida con las ilusiones por todo lo alto y con el mono de toda la semana de coger las cañas. Empezamos con el desayuno correspondiente al madrugón habitual, ya estamos acostumbrados.
Acto seguido emprendimos el camino en busca de agua y peces. En esta ocasión fuimos Pepe, Paco (un amigo de Pepe), Borja y yo.
El tiempo era excelente, no hacía frío y sabíamos que el clima no nos iba a decepcionar, como así fue.
Llegados al sitio conocido del embalse de García De Sola nos llevamos la primera decepción, la primera en la frente. Sospechábamos algo, pero lo que vimos nos dejó perplejos. El embalse estaba en las últimas, por supuesto el agua se encontraba un poco turbia y removida, en algunas zonas incluso exceso de algas por las orillas, lo cual hacía que los lances fueran más que difíciles.
Sobre las 8:15 ya estábamos pateando la orilla, no se veía mucho movimiento de las aguas, todo estaba en calma, pero sí se veían los alburnos saltar, cosa que nos dejaba presagiar que en nada empezarían a activarse los más grandes.
Durante el transcurso de la mañana la cosa no mejoraba, ni para nosotros ni para nadie, lo que entre otras cosas nos permitió comernos un tentempié mientras seguíamos avanzando. Para ser justos hay que decir que a partir de entonces se producirían algunas leves picadas de basses (pequeños) como fue mi caso.
Pero fue Pepe con tres raspillas y Borja con dos, los únicos que se justificaron, pues Paco ni siquiera pudo tener alguna picada.
Serían sobre las 13:30 cuando decidimos volver al coche, refrescarnos y comer algo, para después echar otro ratillo corto, como hacemos casi siempre antes de volver a casa. Pero tampoco hicimos nada, no había suerte o no había peces, por lo que ahora sí, decidimos poner fin a la jornada sobre las 16:00 para hacer lo que hacemos siempre, coger carretera y tomarnos, a la llegada una cervecita fresquita.
Esperamos que la próxima salida se de mejor, aunque esto no quiere decir que nos aburriéramos o que lo pasásemos mal, simplemente que los peces no picaban, ya sabemos que comen cuando ellos quieren.
Saludos y un abrazo.
Alejandro
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