lunes, 4 de abril de 2016

Jornada 7: Embalse de Guadalmellato 02-04-2016

Lugar: Gaudalmellato

Fecha: 02 de Abril del 2016

Miembros: Juanmi

Descripción:


Otro fin de semana más me dispuse a realizar una de mis actividades favoritas: la pesca. Esta semana, por desgracia, me tocó enfrentarme sólo al reto, puesto que por trabajo me encontraba en Córdoba. Así, el embalse que seleccioné fue el Guadalmellato, un embalse del que había oído cosas muy buenas pero hasta ahora no había conseguido explorarlo como a mí me gustaría.

Llegué al embalse cuando ya había amanecido, ya que no me gusta conducir de noche por una carretera en condiciones no muy buenas (sobre todo el tramo desde el embalse de San Rafael de Navallana hasta el embalse de Guadalmellato).



Tras unas primeras horas de inactividad de los peces, a pesar de los magníficos sitios para el refugio de los bases, note una sutil picada que apenas percibí. Creía que no traía nada al otro lado de la línea cuando de repente y ya en la superficie, pude ver a un pequeño black bass de los llamados “palmeros” que con suerte alcanzó los 100 gramos. Aunque fuese pequeño, este bass hizo que mis esperanzas crecieran, aunque me esperaba otro período de inactividad…

Una hora y media sin ninguna picada hasta que observé un black bass de muy buen porte merodeando por la orilla. Así, dirigí mi señuelo hacia la zona donde se encontraba el bass, y pude apreciar como este se dirigía a las profundidades ¿En busca de mi señuelo?... Y zas! Efectivamente ahí estaba el bass, luchando al otro lado de la línea. Un bass de 1.780 kg.




Tras la suelta del bass, seguí mi camino por la orilla, donde vi en este caso una carpa merodeando. Sin pensármelo dos veces, volví a lanzar mi señuelo a su lado, aunque esta vez mis perspectivas de capturar a la carpa eran muy bajas. Pero de repente noté peso al otro lado de la línea, cachetazo y empieza la pelea. Nada más clavar supe que se trataba de la carpa, puesto que el hilo de mi carrete no paraba de salir. Pero la lucha duró menos de 30 segundos ya que finalmente, y probablemente debido a mi falta de paciencia, la carpa acabó partiendo la línea.

Lejos de desanimarme, continué caminando buscando alguna nueva picada hasta encontrarla. Esta vez, era otro bass el que había sucumbido al engaño, dando finalmente un peso de 500 gramos en báscula.



Poco más adelante, noté una nueva picada pero en este caso el pez no llegó a clavarse a la primera, asique volví a lanzar al mismo sitio, y esta vez sí, conseguí capturar un nuevo black bass, de unos 250 gramos de peso.



De repente, oí ruido en la orilla opuesta a la mía, y recordé que la pesca me gustaba por más cosas aparte de los peces. Una preciosa cierva se encontraba andando tranquilamente por la orilla sin que nadie la molestase, hasta que se paró, me miró unos segundos, y continuó sin prisa su marcha.

Iba llegando la hora de volver al coche, pero antes de iniciar la vuelta, noté otra sutil picada. Como anteriormente, pensé que se trataba de un pez de pequeña talla, pero cuál fue mi sorpresa al volver a lanzar y encontrarme peleando con un bass que con seguridad sobrepasaba el kilo y medio. Tras una bonita lucha, con torres incluidas, conseguí acercar el bass a la orilla, con la mala suerte de que una vez ahí, el bass se revolvió soltándose, haciendo inútiles mis esfuerzos por evitarlo (incluso con el puntal de la caña, jajaja).

Sin duda, una pena, pero estas cosas pasan en la pesca y estoy seguro de que no será ni la primera ni la última vez. Esta es una de las cosas que le da emoción a este deporte.

Así, decidí poner rumbo al coche, dando por concluida la jornada. En definitiva un buen día de pesca, afeado por la suciedad que había en algunas partes del embalse.

Un abrazo y ¡hasta la próxima!

Juanmi

Vídeo de la jornada:


No hay comentarios:

Publicar un comentario