jueves, 11 de junio de 2015

Jornada 17: Embalse de San Juan 09-06-2015

Lugar: San Juan

Fecha: 06 de Junio del 2015

Miembros: Alfonso y Eugenio

Descripción:


Aprovechando unos días de vacaciones decidí acercarme a San Juan a echar la mañana. Me acompañaron Uje, mi hermano Adry y Andrés.

Sin tomar el café habitual por falta de bares abiertos, nos plantamos en las inmediaciones del embalse a la hora idónea. Cogimos nuestras armas destinadas al bass y nos dirigimos a la orilla.

Cuando llegamos, vimos barbos bastante activos en superficie. Estos "capullos" me convencieron para subir a por la caña de cola de rata para tentarlos, y así lo hice.

Llevábamos un rato pescando y yo ya estaba harto (como intuía). Si voy con las dos cañas ni pescó basses ni pesco barbos: cuando estoy con la cola de rata veo basses y al cambiar a spinning se transforman en barbos...

En eso que Uje clavó el primer pez de la mañana: una raspa de diablillo verde que no quiso fotografiar por sus pequeñas dimensiones. Adry y Andrés no tenían suerte.

Decidí dedicarme exclusivamente a los barbos. Le di la caña de un tramo a mi hermano y guardé la suya, de dos, recogida en la mochila. Así la cosa fue más cómoda, no tenía que ir peleándome con las dos. Avancé solo puesto que hay que ir muy sigilosamente para tentar a los barbos por lo que es imprescindible ser el primero de la expedición. Las picadas fueron sucediéndose hasta llegar a un total de 8-10, unas mas violentas que otras. Pero desafortunadamente, no logré clavar ninguna. No sé si fue porque los barbos se tiraban agresivamente pero sin intención de comer o porque soy muy malo. Cada picada que se sucedía cobraba más fuerza la segunda hipótesis en mi cabeza.

Al encontrarme de nuevo con el resto del equipo, me contaron que Uje sacó otro pez de similares características y que se le escapó uno de casi kilo y medio después de hacerle la temida "torre" en la mismísima orilla. Qué pena...

Cuando ya estábamos de vuelta se levantó un viento bastante desagradable para pescar con cola de rata. Más aún para un principiante como yo, por lo que recogí y me preparé para darles "caña" a los verdes.

Andrés y Adry volvieron más rápido porque el calor apretaba pero Uje y yo insistimos un poco más. La vuelta no tuvo nada reseñable que contar, salvo otro "boquerón" que picó en la caña de Uje.

Cuando los peces no quieren...no se puede hacer nada. Cuando los peces quieren pero no aprovechamos las oportunidades...el resultado es el mismo. Ambas cosas ocurrieron y ese fue el resumen de una mañana disfrutando de la naturaleza madrileña pero de poca pesca.

Un saludo.

Alfonso

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