martes, 20 de junio de 2017

Jornada 13: Embalse de Alcántara 17-06-2017

Lugar: Alcántara

Fecha: 17 de Junio del 2017

Miembros: Alejandro, Alex, Eugenio y Pepe

Descripción:

Aquí estamos de nuevo, pero esta vez creemos que nos hemos pasado un poco, aunque tiene mérito esta salida.

Empezamos con un madrugón de los que hacen época, pero con el cafelito mañanero y el fresquito que hacía tan temprano nos pusimos rumbo a Extremadura, esta vez Alex, Pepe, Eugenio, el cuñao de Alex: Borja y yo.

Aproximadamente sobre las 7:30, después de preparar los aparejos, nos lanzamos al ataque del embalse de Alcántara, no sin antes llevarnos una gran decepción, para empezar bien el día y que en mi opinión fue la clave de nuestra mala suerte. El agua estaba completamente llena de verdín, con un espesor y densidad considerable. Más adelante comprenderéis por qué digo mala suerte, pero que en un principio, tampoco le dimos demasiada importancia.

Sobre las 9:15 o así, fue Eugenio quien, acompañado por Borja desde la orilla, sacó el primer verdecillo con un peso que rondaría los 600 g. Nosotros, por nuestra parte en barca, seguíamos tocando lugares más inaccesibles y tratando de sacarlos de sus escondites más alejados.


Así, despacito y alargando los lances, sobre las 10 fue Alex, el que notó el primer agarre de un ejemplar de siluro, con un peso de 3.25 kg, no era para tirar cohetes, pero la cosa estaba entretenida. Después de eso, Pepe y Alex se relajaron un poco y aprovecharon para tomar un bocado y refrescarse con una cervecita mañanera.


A partir, de aquí, como os dije antes, la cosa cambió, y no por las capturas, si no porque se acabó la brisa temprana y empezó la calorina, y lo peor de todo, con el agua así, no podíamos refrescarnos ya que estaba verde y espesa, por lo que tocaba aguantar el secano. Los grados se empezaban a acumular en la espalda de todos nosotros y para los de orilla peor ya que se les acumulaban los kms andando. Alex, en este trayecto estuvo apunto de conseguir un lucio, pero después de la picada y de la pelea logró desclavarse cerquita de la barca.


Pasaban las horas del medio día y sobre las 13:00 fue otra vez Alex quien agarró otra picada de otro siluro de 3.98 kg de peso.


No habían pasado ni cinco minutos de eso cuando noté algo en mi caña, siendo una ínfima picada de un bass, tipo sardina, que no nos molestamos ni en pesar y que solo me sirvió para decir que me había quitado el bolo.Nada más decir esto fue cuando Pepe tuvo su picada del día, un bonito ejemplar de barbo con una bonita pelea y con un peso de 1.85 kg.


Serían alrededor de las dos de la tarde cuando decidimos volver a buscar a nuestros dos compañeros de orilla para ver cómo les había ido y si en la pesca les fue mal el camino de regreso se les ponía aún peor que incluso a nosotros. A decir verdad, lo pasamos mal todos y es que, a sabiendas de los pronósticos meteorológicos, cometimos una imprudencia al aguantar con la temperatura que rondaría los 40º hasta cerca de las 4 de la tarde, hora en que llegamos por fin al coche.

Después de comer y beber para recuperar energías, recogimos los bártulos comentando la necesidad de agua no solo de este si no de todos los embalses y el nivel tan bajo en el que se encuentran. Acto seguido pusimos rumbo a casa, pasando por un par de buenas tormentas, pero que no iba a impedir que a la llegada nos tomásemos esas cervecitsa que repetimos siempre que las cosas salen bien.

No sabemos cuándo será la próxima salida y los que nos aventuraremos pero una cosa es cierta: algunos siempre estaremos al pie del cañón y con la caña puesta.

Un abrazo para todos.

Alejandro

Vídeo de la jornada: 


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