lunes, 4 de mayo de 2015

Jornada 11: Embalse de Buendía 01-05-2015

Lugar: Buendía

Fecha: 01 de Mayo del 2015

Miembros: Alejandro, Alex y Eugenio

Descripción:


Entre fiestas, con puentes y amigos que trabajan, sólo estuvimos disponibles para esta salida Alex (quien llevó el coche), Eugenio y yo, por lo que decidimos poner rumbo hacia una salida de las llamadas "cerquita" y de paso comprobar cómo andaba aquella zona (con el trasvase Tajo-Segura), concretamente fuimos al embalse de Buendía.

Salimos, como solemos hacer, tempranito y con perspectivas meteorológicas buenas, pensando en llegar a Tendilla y tomarnos allí el cafelito de rigor y de paso coger los oportunos peces, que usaríamos como señuelos.

Ni podíamos imaginar la desagradable sorpresa que nos llevamos al llegar al bar del pueblo donde paramos. Sólo os diré que no pudimos ni entrar del gentío que había y paramos solo lo que tardamos en pillar las truchitas-señuelo. Con las mismas, pusimos rumbo de nuevo a nuestro destino, donde llegamos alrededor de las 8 de la mañana y, una vez montados los artilugios, empezamos la faena.




Comenzaré diciendo que el embalse, a pesar de estar al 22% de su capacidad, se veía correcto y las aguas limpias, no se apreciaba gentío como lo que habíamos apreciado en el bar, siendo lo que nos preocupaba para coger un buen sitio de pesca.



Así pues la mañana se presentaba apacible y, según pasaban las horas, los peces no daban señales de vida por lo que llegadas las 11:30 decidimos cambiar de sitio y darnos una vuelta por otra de las conocidas zonas del embalse. Ni que decir tiene que las cosas no mejoraron, al contrario, sin ser pesimistas, lo que nosotros vimos allí sí que nos quitó las ganas de pescar para todo el día. Allí estaba reunido todo lo que vimos por la mañana y más, personas pescando cada 5 metros y a veces con grupos de cinco o más pescadores de todas las nacionalidades que conocemos y, lo peor de todo, la suciedad y basura a montones y por doquier (sin ser exagerado, me quedo corto), botes vacíos, botellas de plástico y bolsas llenas de basura por las dos orillas, como si fuera una venganza. Nosotros nos miramos los tres a la cara y nos quedamos perplejos, no nos lo podíamos creer.



La zona podía estar baja de agua por el trasvase, pero la degradación del medio ambiente y la falta de control de vigilancia de la zona era de juzgado de guardia, cada uno que saque sus propias conclusiones pero desde aquí, desde nuestro modesto club y para quien lea esto, que piense bien a la hora de votar, ¿dónde están los organismos, municipios, responsables del medio ambiente, guardas forestales? Y en general, ¿dónde está la Junta de Castilla La Mancha que está permitiendo la degradación pausada y sin remedio de muchos acuíferos de nuestro país?



Por cierto, a las revistas y televisiones especializadas ¿no se les ocurre hacer reportajes a modo de denuncia sobre ello?

Particularmente, y desde hace muchos años que llevo pescando por estas zonas, es una de esas veces que siento vergüenza ajena y no me gustaría, por nuestros hijos, que esto siguiera así, aunque difícil lo veo a corto plazo.

Una vez echada la tarde, encima viendo el panorama, decidimos comernos el sabroso bocadillo y, tras los comentarios oportunos, decidimos hacer unos lances más hasta la llegada de la hora de regreso, como el que pasa un día de campo, sin preocuparnos del bolazo que nos íbamos a comer un día más, pero no tiene importancia, hemos vivido una experiencia más y seguro que se repetirá la próxima semana, por lo que llegado este momento, recogimos nuestros bártulos y de nuevo de vuelta a casa.



Saludos para todos y hasta pronto.

Alejandro

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