miércoles, 18 de marzo de 2015

Jornada 2: Embalse de Cijara 14-03-2015

Lugar: Cijara

Fecha: 14 de Marzo del 2015

Miembros: Alejandro, Alex, Alfonso, Eugenio, Javi y Pepe

Descripción:


Esta vez fuimos más gente de lo habitual: Alex, Uje, Alejandro, Pepe, Javi (si sí, Javi también jijiji) y yo por parte del Club. Pero además también vinieron mi hermano Adry, Borja y Andrés, nuevos amigos del club. Solamente faltó Juanmi, que nos ha cambiado por los peces americanos (aprovecho para mandarle un fuerte abrazo, desearle toda la suerte del mundo en su aventura laboral y recordarle que no se va a librar de deleitarnos con alguna redacción "in english"). Tampoco pudo venir el hermano de Javi porque le surgió un imprevisto de última hora.

Para ahorraros contar: fuimos un total de 9 personas. En el bar, mientras el café nos hacía entrar en calor bromeábamos con no redactar en caso de no conseguir ninguna captura, jijiji. Pero como es habitual en el blog, nosotros también os contamos cuando se da mal (que son muchas más veces de las que nos gustarían, jajaja).

Bueno, situémonos ya: 9 tíos en la orilla de Cijara. Separados cordialmente para intentar pescar algo y, sobre todo, para no levantar sospechas jijijij. Fuimos probando de todo, y la primera picada sería de Alejandro (como se nota los documentales que se ve en invierno, está que se sale en este incio de temporada, jejeje). Pero debió de hacer "pellas" en algún capítulo porque no clavó bien y el pez se soltó.

Parecía que el día iba a ser muy bueno, pero nada más lejos de la realidad. Empezó a levantarse el aire que temíamos y conforme avanzábamos, la morfología del pantano iba siendo cada vez peor. Así que decidimos coger el coche y poner rumbo a otra zona. Al llegar parecía ser bastante mejor, más acorde con el relieve en el que intuíamos que estarían los peces. Pero tampoco. Además, por culpa del aire y "gracias" al movimiento de las barcas, el oleaje enturbió los primeros metros de agua por lo que era imposible detectar estructuras interesantes (hot spot para Juanmi, jijiji) y provocó la pérdida de gran cantidad de señuelos en rocas y ramajes.

Pero ya no podíamos volver a cambiar de zona, no podíamos estar más tiempo en el coche que pescando. Así que nos pusimos a insistir, con pésimo resultado. Una leve picada a Andrés que no pudo materializar, otra en mi caña que me cogió despistado y poco más.

Se acercaba la hora de comer, así que pusimos media vuelta. Comimos rápido con la compañía de las orugas y vuelta al lío, a ver si con el estómago lleno teníamos más suerte. En este rato, nos separamos bastante más, haciendo varios grupos. Pepe y yo nos fuimos para delante; Uje, Alex y Borja nos siguieron a menor ritmo; Andrés y Alejandro más rezagados y Adry y Javi se quedaron por la zona del coche.

El aire nos empezó a dar una tregua, reduciendo su fuerza de vez en cuando, pero la actividad de los peces no mejoraba.

Ya no sabíamos que hacer: si rezar, si llorar, si irnos...hasta que de repente, después de un leve enganchón, una figura plateada se vislumbró, entre el olejaje, donde debería estar mi señuelo. Los nervios recorrerieron todo mi cuerpo en cuanto noté que, efectivamente, tenía la que probablemente sería mi única oportunidad de librar el bolo. Clavé con decisión, y con poca pelea logré fotografiar este bonito ejemplar de bass de unos 1.200 g aproximadamente, mi primer pez del año.



Pero tirando al traste nuestros deseos, el motivo de esa picada no era el incremento de la actividad. Así qué seguimos con el camino hacia el coche para llegar a por nuestra recompensa en forma de rubia, que esa nunca nos falla.

Al encontrarnos con el grupo perseguidor, Alex nos contó que un lucio se tiró a su señuelo pero lo soltó antes de que pudiese clavar.

Ya en el coche, Alejandro nos contó que consiguió capturar este bonito lucio de aproximadamente 2.700 g con un señuelo de bass. Enhorabuena Alejandro, si señor!



Adry clavó un bass mini, pero se le desclavó en el aire. ¿Se lo damos por válido por ser novato? No se yo...jijijiji.

Y poco más que contar, dos peces entre 9 personas fue un fracaso absoluto. Pero así es la pesca, unos días hay más suerte que otros. Además, escuchando lo que comentaban el resto de pescadores de orilla (incluidos algunos pateros), la situación fue generalizada. Así que personalmente me volví satisfecho con mi captura al igual que Alejandro. Los demás se volvieron más cabizbajos pero sabiendo que no fue culpa suya. Las condiciones y actividad de los peces no fueron las óptimas.

Un saludo y hasta la próxima.

Alfonso

Vídeo de la jornada:

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