jueves, 13 de noviembre de 2014

Jornada 30: Río Tajo y Embalse de Almaraz 10-11-2014

Lugar: Río Tajo y Embalse de Almaraz

Fecha: 10 de Noviembre del 2014

Miembros: Alfonso y Eugenio

Descripción:


Otra nueva salida, aprovechando la festividad de la Almudena. Alfonso, su hermano Adri como invitado y yo, pensamos en pasar un buen rato tanto en el río Tajo como en el embalse de Almaraz.

Comenzamos nuestra salida desde Alcorcón, poniendo rumbo al destino no sin antes parar a tomar nuestro habitual cafelito en el parador de costumbre.

La expectativas eran buenas ya que los comentarios sobre los lugares a visitar eran aceptables en lo que a capturas de peces se refería, aparte de que el tiempo podría acompañar.

Llegamos al primer destino a probar (el río Tajo) y, después de montar nuestras armas y señuelos, comenzamos a probar suerte.

Sin tener que esperar mucho, sería Adri el primero en abrir la lata con una picada, quedándonos Alfon y yo pillados viendo que se trataba de una bonita lucioperca de 1.200 kg, y con la cara de asombro de Adri, jijiji.



Pero sin tardar mucho, volvería a ser él mismo quien notaría nuevamente en su línea otra picada, pero en este caso sería un mediano bass de 350 g, mientras Alfon y yo seguíamos sin tocar escama.



En ese momento Alfon decidió retirarse unos metros de nosotros y consiguió clavar un bass de unos 400 g.



Pasado un rato, decidimos probar suerte en la orilla opuesta, donde volvería a tener de nuevo otra picada Adri, siendo esta de un ejemplar de uru 650 g.



Mientras yo seguía sin tener noticias de los susodichos, en ese momento Alfon notó una gran picada y por la zona donde se produjo y por como tiraba el animalito, supimos que se trataba de un siluro de gran tamaño y, después de un buen rato de pelea e intentando hacerse con él, partió la línea, ya que no era la más apropiada para estas capturas, quedándose Alfon con cara de póker y sin terminar de creer lo que había pasado (mala suerte compi, otra vez será).

A los pocos minutos era yo el que notaba al final de mi línea la deseada picada, siendo de un demonio verde de 500 g y así quitándome el bolo de encima ya que planeaba sobre mi como buitres, literalmente, jijiji.



Así sucesivamente fueron saliendo algunos ejemplares más de entre 400 y 500 g hasta tener yo nuevamente una picada algo más notable de un nuevo uru de 750 g y alegrándome el día más si era posible, ya que las capturas no eran de un tamaño tal como nos hubiese gustado, de mayor porte.



En ese momento, decidimos tomar un kit kat (tomar un bocado) y cambiar de zona un ratito, donde tendríamos algunas picadas más, entre ellas dos capturas por mi parte de unos basses de 500 g.

Como la hora se echaba encima, aparte de algunas nubes amenazantes, decidimos concluir la jornada y poner rumbo hacia nuestros puntos de partida.

Un saludo.

Eugenio

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