martes, 15 de marzo de 2016

Jornada 4: Río Tajo 12-03-2016

Lugar: Río Tajo

Fecha: 12 de Marzo del 2016

Miembros: Alejandro, Eugenio, Javi y Pepe

Descripción:


Hola a tod@s de nuevo, después del fiasco de la semana anterior en lo que a pesca se refiere, no así en compañía y aventura, volvíamos a repetir escenario pero con algunos diferentes compañeros. En esta ocasión seríamos Alejandro, Javi, Pepe y mi menda los locos por la pesca en intentarlo de nuevo con muchas ganas y con la compañía de otro amigo nuestro: Juan.

Como es habitual en nosotros y para no perder las viejas costumbres, pararíamos a tomar nuestro cafelito y demás refrigerios, echar unas risas y empezar a comentar cómo podíamos engañar a las vampiras, pues el tema estaba un poco crudo, por un motivo u otro.

Emprendimos el camino hacia el lugar elegido (el río Tajo) llegando sobre las 8 de la mañana. Habiendo preparado todos los equipos y el arsenal, comenzamos la nueva aventura de pesca pateando orilla y, lance tras lance, seguíamos buscando a nuestras amigas, sin tener respuesta al otro lado de nuestras cañas, con un frío que calaba hasta los huesos y que dejaba las anillas con hielo cada vez que pasaba la línea por ellas.

En uno de esos lances fue Alejandro el que tuvo fortuna y capturó el primer ejemplar de lucioperca, de algo más de un kilo. Esto nos motivó para seguir con nuestro empeño por dar con el banco.



El día iba abriendo y mejorando en lo que a clima se refería, pero según transcurría la mañana nos dimos cuenta que la cosa estaba muy difícil. Entre broma y broma pasaban las horas y nada de nada, hasta llegar a la conclusión de que hoy tampoco sería el día deseado en lo que a pesca se refería. Algunos decidieron pasar a otra cosa: caminar hacia el coche para descansar, comerse los bocatas e ir pensando en la próxima jornada, mientras que Alejandro y yo seguíamos intentándolo una y otra vez, hasta que en uno de los lances fue de nuevo Alejandro el que volvió a tener su recompensa con una nueva captura de otro bonito ejemplar de algo más peso que el anterior. Enhorabuena compañero, la constancia a veces tiene su fruto.



Ya poco más que contar, pues la historia no cambió mucho más, decidimos volver al coche con los demás compañeros tras la correspondiente caminata y subida infernal, para comernos nuestro refrigerio, comentar la jornada y vuelta para los madriles a tomarnos unas rubias fresquitas, más risas y pensar en la siguiente salida.



No quiero acabar esta redacción sin antes comentar que, como muchos ya sabemos, seguimos viendo que ciertos personajes de los países del este siguen descastando nuestros ríos y pantanos. Mucha impotencia al ver que esta gente no cambiará sus costumbres hasta acabar con nuestra afición.

Un saludo y hasta la próxima.

Eugenio

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