martes, 22 de septiembre de 2015

Jornada 26: Embalse de García De Sola 19-09-2015

Lugar: García De Sola

Fecha: 19 de Septiembre del 2015

Miembros: Alejandro, Alex, Eugenio, Juanmi y Pepe

Descripción:


¡Hola a todos! En esta ocasión la indecisión y la confusión reinaban en nuestros pensamientos. Los peces no habían estado muy por la labor en la jornada anterior y eso nos hacía comernos la cabeza de qué sitio visitar en esta ocasión y si estarían dispuestos a darnos alegrías.

En fin, nuestro destino, tras decidirnos a última hora fue el embalse de García De Sola y los miembros participantes: Alejandro, Eugenio, Juanmi, Pepe y un servidor. Contábamos con el bajo nivel actual en el que se encuentra, pero en Cijara había competición por lo que era un destino más llamativo.

Llegamos al lugar en cuestión a eso de las 8 horas de la mañana aproximadamente, sin perdonar, claro está, el cafelito mañanero.

¿Lucios o basses? ¿A qué deberíamos tentar esta jornada? Bueno, pues todos empezamos tentando a los diablillos verdes. Pudimos ver algún que otro ataque a superficie a la gran cantidad de alburnos que pueblan estos embalses, pero lo que era a nuestros señuelos… ni caso, por el momento.

Conforme seguíamos avanzando, fue a mi padre al que una raspilla le impidió quitarse el bolo, haciéndole una hermosa peineta a un metro de la orilla. Mala suerte, pero por otra parte, ración de fe para los demás.

Más tarde sería Pepe el encargado de la segunda picada de la mañana, pero al igual que Alejandro, se habían puesto de acuerdo y tras revolverse… al agua…Bolos, de momento.

Las horas avanzaban, y Eugenio y Pepe se separaron un poco de nosotros, seguíamos viendo algún que otro ataque, pero nada… no hacían caso a nuestros señuelos. Yo, particularmente, intenté tentar a los lucios en algunos momentos del día, sin éxito.

Pepe y Uje volvieron a reencontrarse con nosotros, y el resultado es que Uje había conseguido quitarse el bolo con alguna que otra raspa de no más de 300 g. Pepe, igualmente, consiguió otra pequeña captura que oscilaba ese peso.
 


De momento nosotros nada, pero pasado un tiempo considerable, fue mi hermano el que nos pasó la mala suerte, consiguiendo otra captura. Los ejemplares que estaban saliendo eran todos de la misma talla aproximada, pero sirvió, al menos, para no tener el bolo encima de sus cabezas, jejeje.

Ya de vuelta hacia el coche, Uje sacó, esta vez sí, un ejemplar algo mayor, rondando los 600 g. y mi hermano volvió a conseguir otra de las raspas habituales últimamente.
 


En este trayecto de vuelta, yo noté una fuerte picada (a mi entender, se trataba de un lucio), pero no me dio siquiera la oportunidad de clavarlo. Muy listo…

Pepe, por su parte, tuvo otra peculiar picada de un barbete de algo más de medio kilo, pero tampoco logró materializarla y a pocos metros de la orilla…bye bye.

Ya estábamos prácticamente en el coche cuando Alejandro decidió dejarme solo con el bolo, sacando otra raspa. ¡Salvado por la campana Alejandrolo!
 


Después de esto, poco más, vuelta al coche y camino a casa, con la cabeza puesta en la quedada oficial de la próxima salida…

Alex

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